Las inyecciones de plasma, también conocidas como tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP), son un procedimiento médico que utiliza componentes de la propia sangre del paciente para promover la curación y la regeneración de tejidos.
Las inyecciones de plasma en la medicina estética, se utilizan principalmente para mejorar la textura y el tono de la piel, reducir arrugas y líneas finas, y estimular la producción de colágeno.
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El Plasma Rico en Plaquetas, (PRP), que es la base de las conocidas inyecciones de plasma en Miami, se obtiene extrayendo una pequeña cantidad de sangre del paciente, que luego se centrifuga para extraer las plaquetas y factores de crecimiento. Este concentrado se inyecta en áreas específicas del rostro o el cuerpo, promoviendo una regeneración natural y mejorando visiblemente la apariencia de la piel. Este tratamiento es valorado por ser mínimamente invasivo, por su capacidad de ofrecer resultados duraderos de manera segura y efectiva.
Las inyecciones de plasma son un tratamiento estético cuyos resultados son muy duraderos. Sobre todo porque se trata de una técnica natural donde el cuerpo no tiene que reconocer y asimilar agentes externos, sino componentes propios del organismo.
Miami ha sido una de las ciudades en Estados Unidos donde más famoso se ha hecho el tratamiento de plasma. La industria estética de Miami ha incorporado las inyecciones de concentrados de plasma enriquecido como una práctica muy habitual en los centros estéticos acreditados para realizar procedimientos estéticos inyectables.
Entre los principales beneficios de las inyecciones de plasma, destacan:
La frecuencia de las inyecciones de PRP varía según el objetivo del tratamiento y la respuesta individual del paciente. Generalmente, se recomienda una serie de 3 a 4 tratamientos espaciados de 4 a 6 semanas.
El procedimiento puede causar una molestia leve. Se puede aplicar una crema anestésica tópica en el sitio de inyección para minimizar el dolor. La mayoría de los pacientes describen la sensación como un pinchazo leve o una ligera presión.
La extracción de sangre y la preparación del PRP generalmente toman entre 15 y 30 minutos. El tiempo total del procedimiento, incluyendo la inyección del PRP, suele ser de aproximadamente 45 minutos a una hora.
Los resultados pueden variar, pero la mayoría de los pacientes comienzan a notar mejoras después de 2 a 3 sesiones. Los resultados óptimos generalmente se observan después de completar la serie inicial de tratamientos, que suele ser de 3 a 4 sesiones.
Las inyecciones de PRP deben ser realizadas por un profesional médico cualificado en un entorno estéril. Intentar realizar este procedimiento en casa aumenta significativamente el riesgo de infecciones, complicaciones y resultados insatisfactorios
Sí, las inyecciones de PRP son generalmente seguras para fines estéticos. Al utilizar la propia sangre del paciente, el riesgo de reacciones alérgicas o rechazos es muy bajo. Sin embargo, es crucial que el tratamiento sea realizado por un profesional médico experimentado para asegurar la seguridad y eficacia del procedimiento.